Puede parecer obvio, pero es quizás uno de los pasos más difíciles. Entender al usuario no se trata de "imaginarse" al usuario o cliente. Muchas personas asumen que conocen a quién va dirigido el proyecto porque incluso se consideran parte del grupo objetivo. Frases como “la gente que yo conozco nunca haría eso”, “a mí me pasa que” o “conocí la historia de alguien que” solo alimentan las conjeturas que raramente coinciden con el usuario que se imaginan. La realidad es que entre más herramientas se usen para entender a los usuarios, mucho mejor será el resultado. Herramientas como los mapas de empatía de Design Thinking, entrevistas abiertas y grupos focales, entre otros, acercan las hipótesis a la realidad.
2. Salir al mundo
La idea de que “todo ya está inventado” no se aleja mucho de la realidad. Sin embargo, siempre existe espacio para la innovación de diferentes tipos. Las posibilidades de hallar conexiones entre diferentes campos son infinitas. Sobre todo, en una era de permanentes cambios tecnológicos, sociales y políticos, es importante estar al día con lo que sucede en el campo del proyecto que se esté realizando y en campos más alejados, donde se resuelven problemas aparentemente distintos, pero que en su origen son similares. Por ejemplo, ¿Cómo resuelve la industria de la moda una fashion week y cómo podría esa lógica influenciar la creación de una cooking week?
3. Diseñar y gestionar para el usuario, no para ti mismo
Uno de los errores más frecuentes en los proyectos de industrias creativas es que, a la hora de diseñar una solución y su modelo de negocio, se termina por diseñar para uno mismo. Como vimos en el primer punto, esto no solo es un gran error, sino que consume muchos recursos de tiempo y dinero. Ante todo, al gestionar un proyecto en industrias creativas hay que mantener una sana distancia; aunque sea tu marca personal, piensa que estás trabajando para alguien más. La subjetividad nubla muchas veces la mejor ruta de trabajo.
4. Prototipar, prototipar, prototipar
La mejor manera de saber si algo funciona es intentarlo. Aunque suene sencillo, la verdad es que en mi experiencia es lo que más miedo les da a los gestores de industrias creativas. El miedo al fracaso supera muchas veces las ganas de hacer un proyecto realidad. Es importante que el proyecto sea probado antes de salir al aire; un producto, servicio o experiencia solo se vuelve exitoso si se ha aprendido de los errores.
Haz a escala pequeña tu proyecto o una parte de él y pruébalo varias veces con grupos pequeños de tu grupo objetivo, Entre más iteraciones más errores saldrán ¡eso es fantástico! Así tendrás más oportunidades para corregir y mejorar.
Si quieres aprender a gestionar proyectos en las industrias creativas de manera efectiva, desarrollar habilidades innovadoras y diseñar soluciones centradas en el usuario, estudia Gestión de Industrias Creativas en LCI Bogotá. ¡Conviértete en un experto en el manejo de la economía creativa
Por Lina M. Parra
Docente Gestión de Industrias Creativas LCI - Bogotá
